El cerco

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  • Cámara Canon EOS 50D
  • Longitud focal 50mm
  • Apertura ƒ/9
  • Velocidad 1/640s
  • ISO 100

La pesca de cerco consiste, como su nombre indica, en cercar al pez (sardina, anchoveta, jurel y caballa principalmente), ubicando el cardumen o banco de peces, determinando rumbo y velocidad, y procediendo luego a cercarlo, soltando la red con la panga (lancha pequeña de gran motor), haciendo un círculo alrededor del cardumen para luego cercarlo con ayuda de la panga, seguidamente se cierra el fondo de la red capturando la pesca. Se utiliza una gran red de 250 a 1000 metros de longitud y unos 50 de ancho, que flota y al pasar los peces se cierra.

Ref.- Wikipedia

Las redes de cerco se utilizan para la captura de peces cuya costumbre es nadar formando densos cardúmenes o bancos de peces, ya sea en la superficie o a media agua, es decir, pelágicos, como la anchoveta, la sardina, el atún, el bonito, la caballa y el jurel. En un principio, estas especies (y en algunos lugares todavía) eran capturadas mediante artes de enmalle, sardinales y trasmallos; sin embargo, las artes verdaderamente eficaces para esta clase de pesca son las redes de cerco, por las que se han ido sustituyendo.

Normalmente, la práctica de este tipo de pesca no suele llevar siempre a la misma zona, el movimiento de los bancos de peces hace mover también al pescador. Es decir, a diferencia de otro tipo de pescas que se basan en buscar un tipo de fondo o zona de pesca, la traiña o el barco de cerco suele buscar mediante sus aparatos de detección los bancos de peces por tal de cercarlos. Según la especie deseada de capturar se suele trabajar en diferentes profundidades: pescados como la anchoa, la sardina, el jurel, la caballa van buscando alimento y se pueden encontrar en muy pocos metros de profundidad o en mucha agua. Normalmente, en invierno se suele trabajar más cerca de la costa ya que el mal tiempo condiciona el mar. Otro tipo de pescado que captura este arte, es el pescado blanco, pero esto ya es más inusual. Se pueden capturar especies como la breca, la dorada, la lubina, la oblada, pero este tipo de especies siempre suele estar en zonas de fondo rocoso y esto dificulta su captura.

As redeiras

Forman parte del patrimonio cultural de la Galicia marinera y son la imagen más buscada por los turistas que visitan los puertos pesqueros del norte, pero las redeiras saben que si no se produce un relevo generacional inmediato, el centenario oficio de reparar las redes y aparejos de pesca de forma artesanal, pronto pasará a engrosar la historia de las tradiciones que sucumbieron ante la modernidad del siglo XXI

La pesca de enmalle recoge lenguado, pescadilla, faneca, rodaballo, raya, rape, juliana o san martiño. La red está formada por tres mallas siendo la del medio la más larga, para que haga el efecto de bolsa al recoger el pescado. Las mallas van cosidas a las trallas, que son las cuerdas periféricas de la red. Cada vez que son usadas en el mar, las trallas se endurecen con el salitre y el agua y las mallas se rompen con la carga de la pesca.

Entonces los armadores acuden a las rederas; establecen las condiciones del pedido y ponen todos los materiales necesarios. Ellas se encargan de cumplir lo acordado y colocando los mallucos o madejas de hilo de red en soportes, van tejiendo de nuevo para después tratar de unir la red a la tralla con las enormes agujas que usan y la fuerza y destreza de sus manos.
Ref.- revista60ymas.es

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